sábado, 28 de febrero de 2009

temor..

¿A qué le temo?,
no sé, deja pensarlo con detenimiento
quizás no tenga miedo, quizás, no tema nada.
Perdón, quizás solo mienta con estas palabras.
¿A qué le temo?
a esta rutina de ruina
que me hace vivir cada día como el anterior.
¿A qué le temo?
a que los años sublimen mis deseos
y que mis ganas terminen durmiendo en un sillón,
que la vida, al fin logre vencerme
y termine aceptando su dulce prisión
que impone esta vida de rutina,
de penas, trabajo, suño, conformismo y amor....
Porqué lo único que hace falta,
es la verdadera escencia de ser feliz...
pero no lo digas, quizás puedan oirte
y tus palabras amenazantes
pronto ser desperdiciadas por la rutina ajena.
No te preocupes, el desden,
a veces acompaña mejor
que la aparencia de una vida sin sentido...
Así que si le temo a algo,
no es más que a mi y al tiempo,
a ese tiempo que se apresura en pasar
y que con sus años,
intenta domar mi alma
inconforme con esta realidad absurda...
de hambruna y llanto

miércoles, 4 de febrero de 2009

camine por tus calles....

camine por tus calles eternas,
y en sus rincones
contemple tus palabras idas...
Eras infinito entonces,
y lo eres aún ahora,
tan lejos de mi vida, pero aún;
tan cerca de este corazón embriagado de tu escencia.
¡ sí !, de tu escencia imperturbable,
de tus labios rojos,
de tus ojos claros,
de tu olor a paz.
Camine por tus calles eternas,
y por tus rincones escondidos,
donde ya las palabras sobran,
y el silencio abarca el amor.
Ahí, donde mis ojos cobijan los tuyos,
y el espacio entre tú y yo, ya no es más que un suspiro,
ahí, en ese espacio tan pequeño y eterno, estas tú...
estoy yo....y somos todo..
Porque en ti, nacen los universos
fervientes de una nueva esperanza,
y mueren en mi, sus blancas siluetas de luz..
Por que ahí, en ese esfímero espacio,
no cabe más que tu sonrisa..y tu pupila..
que siembra fantasías en la mía.
Camine por tus calles infinitas,
y en tus rincones escondidos di cobijo a este amor,
a esta fantasía loca y ferviente
a esta paleta de colores, sabores y olores,
así, como un anillo,
y la simpleza de una flor.
Ahí, en los rincones ocultos,
en tus besos guardados
y tus miedos abrazados a tu escencia de alegría y canción...
ahí en ese espacio del alma...
me enamore de vos.