martes, 27 de agosto de 2013

Luciérnagas nocturnas

Luciérnagas nocturnas, 
desparramadas en mis pupilas,
cual gota de rocío en la azucena, 
titilan en destellos luminosos
pequeños arcoiris incandescentes.

Taciturna y callada su espera infinita,
impertérritas observadoras luminosas;
su lumínico corazón incandescente,
lamento en un firmamento oscuro

Y yo que las acaricio con el vaivén de mis pestañas,
me arrojo a ustedes, como al océano profundo, 
y en la intermitencia de su lumínica alma,
se adormece mi corazón nocturno.