sábado, 13 de septiembre de 2008

mi parentesis

Tuve que enfermarme un mes para darme cuenta,
que estar enferma un mes fue lo mejor que me ha pasado pues,
me ayudo a recuperar la duda que he perdido
con el cotidiano flujo diario.
A veces la vida tiene su ritmo y fluye ávida,
pero muchas veces no te da el tiempo para tus propios ritmos...
y seguimos su danza presuosa... y nos olvidamos de nosotros mismos...
Nos vamos sintiendo dueños de una felicidad muy pasajera,
dada por el exito de lo poco que logramos,
de cumplir con cosas tan ridiculas, o que nos impiden disfrutar de lo que amamos.
Tememos preguntarmos a donde vamos, de donde venimos y con quien contamos,
preferimos seguir fingiendo que somos felices como estamos.
Por eso quise escribir lo que he aprendido,
antes que lo olvide la memoria,
pues siempre es mas facil olvidar lo malo, que extraer lo importante de lo humano.

Es así, que pude darme cuenta....
de lo absurdo de lo cotidiano
rodeada de gente y sola
infinitamente sola
Dude , como nunca habia dudado,
llore como nunca habia llorado.
y me vi....asustada, perdida y fragil...frustada si supieran cuanto,
por no cumplir con lo que siempre hago...
mis dias pasaron lentos y abrumados,
hasta que de pronto encontre consuelo en lo divino.. en lo maravilloso de las cosas simples... imperceptibles para una vida agetreada exitosa y no apacible,
todo se hizo luz y todo se hizo calido..
mis momentos grices al fin se habian marchado
la duda se desvaneció y llegó la conciencia,
el asombro de lo maravilloso detras de mi puerta.
y aunque siga infinitamente sola.
tengo mi propio amor
sí... termine amando lo que viví, agadecida de esa instancia
para dejar de huir y poder mirar mi cara.
amar de mi todo, lo que hasta ese entonces ignore
ahora que estoy lista...al fin...
volvi a nacer.

1 comentario:

El vago dijo...

Que duro es caer de pronto de un acolchado sitial en que nos envolvemos ¿no?, pero tal como dices, es siempre necesario para abrir los ojos a los verdaderos destellos de la vida y no engañarnos con alegría plásticas sino que bañarnos de pequeños resplandores de felicidad ocultas en lo divino, descubrir la belleza de los detalles, la sutileza del verdadero mensaje escrito en la vida solo para nosotros...
Es precisamente eso lo que intento capturar ahora con mis nuevas fotos, los destellos de luz real, invisibles para aquel que se ha cegado con una luz fluorescente...

Besos, bendiciones y resplendores...

Angeluz